lunes, 26 de septiembre de 2011

Después de ayer

Verte y creer que el corazón se me detiene.
Recordar tu cara tan cerca de la mía y sentir que el pecho me queda chico...
Me inundan las ganas de darte un beso mas, de abrazarte y de repente olvidar lo que paso y saber que estoy segura al lado tuyo.
Por unas horas logro tranquilizarme, un sutil engaño de que lo tenía superado. Tratando de imaginarte como alguien horrible, que no me atraiga absolutamente nada de vos. No quiero. No quiero acordarme mas de lo que llegué a sentir alguna vez. Y ya no puedo separar la sensación de tristeza, mezclada con decepción y bronca.
Cada lágrima que quiere caer es tuya, y me va quemando...

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